A unas pocas semanas del taller “El sentido de mi vocación”, organizado por los chicos por un mundo unido de Bs As, dentro mío tengo sed. No una sed cualquiera, sino inquieta y ansiosa.
Mi nombre es Valentina Mucchiut, tengo diecisiete años, y te invito a moverte desde tu lugar conmigo.
Seguramente ya la tenés medio quemada esta palabra. O capaz, ya sos grande y ya la encontraste, pero le vamos a poner énfasis en el sentido, más que la vocación en sí.
Como decía Gabriela Di Lascio, Licenciada en Ciencias de la Educación y con una generosa participación en el Movimiento de los Focolares, desde Chicos por un Mundo Unido queremos sembrar unidad y fraternidad desde nuestras casas con nuestros familiares, hasta en el colegio, facultad, amigos. Aunque no parezca, más allá de que no es una profesión, es nuestra vocación.
A través de este taller virtual el cual reunió más de veinte jóvenes y adultos, intentamos entre todos desmenuzar este tema. Ponerlo en concreto. Algunas de las tantas otras inquietudes que se presentaron fueron estas:
¿Qué significa esta palabra y cómo encuentro lo que quiero ser?
Gaby proponía prestarle atención a las pequeñas experiencias de nuestra cotidianeidad. Es decir, pensar en lo que uno hace en su día a día que lo hace sentir vivo.
Personalmente, desde encuentros con los ChicosxUnMundoUnido hasta bicicleteadas con amigos, charlas y mi cuaderno lleno de palabras, me hicieron darme cuenta que lo que yo quiero no está muy lejos de lo que yo soy hoy. Y sólo conociéndonos a nosotros mismos, sabiendo qué nos gusta y qué no, podemos proyectarnos hacia un futuro. Al momento de elegir lo que queremos estudiar, no debemos confundirnos en elegir la carrera primero, sino más bien lo que nos vemos haciendo con eso.
Como dije antes, todos experimentamos momentos en nuestra vida que nos generan un movimiento interior enorme. Y vos, ¿de qué tenés sed hoy?
Valentina Mucchiut, redacción Teens Conosur
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