Redacción Conosud
Más de 100 chicas y chicos nos reunimos en la Mariápolis Lía (una pequeña ciudadela ubicada a 3km de O´higgins, Buenos Aires) el pasado 4 de agosto para el Congreso Gen 3.
¿Qué es ser un Gen? Ser un Gen es una vocación dentro del Movimiento de los Focolares. La palabra Gen3 es una expresión para explicar que es la tercera generación de personas que intentan vivir el ideal de la unidad. Significa ser instrumentos de paz para construir un mundo unido, tratando de vivir la Regla de Oro: “Haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a vos”.
Éramos un gran grupo de chicos, la mayoría entre 13 y 17 años. Veníamos de distintas ciudades de Argentina, Paraguay y Chile. De distintas maneras, por varios caminos, algunos sin tantas ganas de participar, otros sin saber a qué iban, pero todos con un propósito: algo/alguien nos llevó a estar ahí.
“Jesús, compañero de viaje en nuestro camino de santidad.
Este fue nuestro lema del congreso y junto a Arturo Clariá, Turi para los amigos, psicólogo, papá de 5 hijos, hincha de River y con alma Gen3, fuimos comprendiendo el objetivo. hablaba y explicaba el evangelio de una manera muy cercana que logramos entender y nos sentíamos identificados.
Ahora redescubrimos que podemos encontrar a Jesús en las personas que nos rodean, hablarle como amigo, que quiere estar conmigo, con nosotros, nos da oportunidades de elegirlo, solo espera a que lo invitemos a nuestra casa.
¿Y vos? Jesús quiere saber lo que te pasa, cuéntale. Te espera, te escucha, aunque no está físicamente le puedes contar las cosas que te pasan, sean felices o tristes, sabiendo que te va a entender.
Además, Turi nos contaba que los santos, como Carlo Acutis, o Chiara Luce Badano, nos traen y nos traducen a Jesús, y que la santidad es posible simplemente teniendo en el corazón el deseo de amar.
También hablamos sobre temas que nos atraviesan a nosotros como adolescentes, como el bullying, grooming, pornografía, drogas, alcohol, nomofobia. Además, temas como la política, el cuidado del ambiente. Todo nos pareció interesante, informativo, necesario e importante.
El sábado a la noche nos juntamos alrededor del fogón, y a través de canciones, juegos y reflexiones nos sentimos más cerca de Dios. Fue un espacio donde compartimos lo que vivimos y comprendimos durante el día.
VOCES DE ALGUNOS DE LOS PROTAGONISTAS
–Nos encontramos con Clara. ¿ Nos podés decir tu edad y de donde sos?
–Tengo 18 años y soy de las rosas, Santa Fé.
–¿Conocés el movimiento?
–Lo conozco de hace unos años, un poco por mi hermana y por una profesora mía que me invitó, además de que mi mamá participó del movimiento cuando era chica, cuando tenía nuestra edad.
–¿Ya conocías la Mariápolis?
–La conocí hace unos cuatro, cinco años.
–Qué lindo!, ¿nos podrías contar cuáles son tus expectativas? O ¿Cómo la estás pasando?
–Este es mi primer congreso y vine con la idea de tener nuevas experiencias, conocer a nuevas personas. Lo que me gusta de esto es que creo que, aunque a lo mejor nunca más las volvamos a ver en la vida, dejarán una marca, alguna enseñanza que uno a lo largo del tiempo puede seguir utilizando.
–Contanos ¿cómo te llamás, de dónde sos?
– Soy Leonel, tengo 14 años. Soy de San Nicolás, Buenos Aires.
–¿Es la primera vez que venís a la Mariápolis?
–Vine cuando era más chico con mi familia, pero no específicamente a un Congreso Gen3.
-¿Cómo fue la experiencia de estos días?
-Mis expectativas eran nulas, si soy sincero. La primera vez que me dijeron que iba a venir, la única razón por la que me puse feliz fue porque me iban a sacar dos horas antes de la escuela. Pero ahora que lo estoy viviendo y estamos en el último día, me doy cuenta que es un sentimiento muy lindo, se nota mucho cómo cambia el ambiente, la tranquilidad del lugar, de las personas, como son, como todo el mundo acá es muy diferente a como es la gente afuera de este lugar y es un sentimiento muy lindo saber que hay tanta gente buena.
–Hola, cómo te llamás, de dónde sos, cuántos años tenés?
–Hola, soy Agustina, de Paraguay, tengo 14 años.
–¿Cuál fue tu experiencia en el Congreso? ¿Qué fue lo que más te gustó?
Sinceramente no tengo nada favorito, me encantó todo, estar con mis compañeras de cuarto, mis roomies, ver la -perspectiva de cada uno en cuanto a la política, a la ecología, en cuanto a leer la Biblia que estuvo ahí, Turi, fue muy divertido todo.
Fueron tres días donde convivimos y estrechamos lazos de amistad, confianza, fraternidad, donde podíamos ser auténticos. A pesar de no conocernos, estábamos conectados, nos sentimos amados, escuchados con el corazón, valorados, comprendidos.
Si somos sinceros, nos costó dejar la Mariápolis porque el afuera es un mundo más difícil, hay una mirada más pesimista, pero volvimos a casa totalmente cambiados, renovados, con ganas de amar, convencidos que hay algo que no se puede destruir y atraviesa todo: el AMOR.
Con la confianza de que Jesús es nuestro amigo y que somos muchos con este deseo, podemos decirle “SÍ” a esta locura divina, en camino a la santidad.
Estamos seguros que:
por Equipo Redacción Teens Conosud
